Skoda Auto informa una pérdida operativa récord de 469 millones de coronas checas durante los primeros nueve meses del año, lo que equivale a una caída del 60 por ciento en comparación con 2019. Múltiples factores han conspirado contra el mayor fabricante de automóviles checo, incluida la crisis del Covid-19 y cambios en el tipo de cambio. Esas influencias negativas cancelaron el éxito de Skoda en la reducción de costos fijos y menores costos de desarrollo. Los ingresos de Skoda Auto cayeron casi un 26 por ciento a solo 12 mil millones de euros. Mientras tanto, su empresa matriz Volkswagen volvió a la rentabilidad en el tercer trimestre gracias a que sus ingresos aumentaron un 3,4 por ciento a 59,4 mil millones de euros. Eso se debió en gran medida a las fuertes ventas de sus marcas de lujo Audi y Porsche.