El mayor recinto ferial de la República Checa, Trade Fairs Brno (BVV), está al borde del colapso. La desaparición de la empresa podría resultar catastrófica no solo para la empresa y sus empleados, sino también para una amplia gama de negocios alrededor de Brno que dependen de los miles de visitantes que trae a la ciudad. “No podemos lograrlo sin la ayuda del estado”, dijo el director de BVV, Jiri Kulis. “Este no es el resultado de una epidemia inesperada, que sorprendió a todos. Es el resultado de asustar a la gente y de medidas de protección ilógicas”. Otro símbolo destacado de Brno, el Campeonato del Mundo de MotoGP, que ha dependido de los contribuyentes durante años para su supervivencia. Pero BVV fue rentable hasta el año pasado. Kulis afirma que las exposiciones a gran escala son más seguras que los centros comerciales, que se han abierto desde mayo. Los desarrolladores ya están dando vueltas a la enorme zona, evaluando sus posibles usos alternativos. Incluso el arquitecto jefe de la ciudad ha sugerido que podría servir como un nuevo distrito residencial.
