El consejo bancario del Banco Nacional Checo decidió por unanimidad dejar las tasas de interés básicas en 0,25 por ciento. El gobernador de la CNB, Jiri Runok, dijo que era poco probable que las tarifas cambiaran antes de fin de año. Pero también advirtió que la economía checa sería más débil de lo esperado este año y necesitaría dos años para recuperarse de la pandemia. El CNB ahora espera que el PIB caiga un 8,2 por ciento en 2020 y, si bien se debería lograr un crecimiento del 3,5 por ciento en 2021, la economía tardará hasta fines de 2022 en alcanzar sus niveles prepandémicos. Los bancos nacionales son conocidos por mercados sorprendentes, pero la mayoría de los analistas creen que las garantías de Rusnok de que las tasas permanecerán donde están por el momento. “No creo que suceda nada extraordinario que requiera nuestra reacción”, dijo Rusnok. “No enfrentamos ninguna necesidad urgente de cambiar nuestra política cambiaria”.