Cuando la República Checa declaró el estado de emergencia en marzo, todavía había menos de 200 casos diagnosticados de la enfermedad. Pero esto fue suficiente para que el gobierno cerrara las fronteras del país, prohibiera todas las reuniones de más de dos personas, cerrara las escuelas y ordenara un cierre general. Ayer, en un día en que el número de casos nuevos se redujo de 250 a solo 235, el gobierno declaró que las máscaras tendrían que usarse para eventos de más de 100 personas. También redujo el tamaño máximo del evento de 1,000 a 500. Más de 5,000 checos se consideran actualmente infectados con Covid-19, mientras que 9,134 se han recuperado oficialmente y ha habido 364 muertes. Habiendo logrado evitar cualquier crisis de salud grave en la primera ola de la pandemia con medidas draconianas, el gobierno ahora parece estar tratando de implementar una estrategia menos desastrosa económicamente.
