Dado que ESG se ha convertido en uno de los principales impulsores del mercado inmobiliario, los desarrolladores como Skanska están en una buena posición. La compañía planea reducir su huella de carbono a 0 para 2045 y, mientras tanto, alcanzar ciertos umbrales.
“Las primeras preguntas que recibimos tienen que ver con las energÃas renovables, el rendimiento del edificio, el ajuste del espacio. Los inquilinos quieren ayuda con la estrategia ESG y con el regreso de sus empleados. Hay inflación, los precios están subiendo, hay una guerra al lado, por lo que ambas partes son conscientes de que tenemos que navegar esto juntos”, señaló Aurelia Luca, vicepresidenta ejecutiva de operaciones en Rumania y Hungría en Skanska durante CEDER.
Hizo hincapié en que un componente que debe abordarse se refiere no solo a cómo funciona un edificio, sino también a cómo se usa.
Los inquilinos ahora están dispuestos a gastar más en ESG, que se ha colocado entre los tres requisitos principales de su lista.
“ESG es una gran parte de lo que estamos haciendo, como hemos estado informando desde 2007. Pero también se trata de la innovación y de cómo crea asociaciones con sus clientes. Después de dos años de pandemia, hay muchas empresas que no saben lo que necesitan. ESG se ha convertido en un gran requisito, no solo para las empresas matrices, sino también en una presión social. Hemos organizado, con el fin de ayudar a nuestros clientes a lidiar con esto, mesas redondas y les hemos ofrecido recursos para navegar el proceso”.
