Los recortes de impuestos sobre la renta previstos por el gobierno checo podrían reducir los ingresos públicos hasta en 200.000 millones de coronas checas durante los próximos dos años. Pero el diario E15 informa que si bien esas cifras, que fueron producidas por la Confederación de Sindicatos Checo-Morava, el análisis del gobierno de la desgravación fiscal podría ser aún peor. El primer ministro Andrej Babis ha propuesto reducir el impuesto sobre la renta a solo un 15 por ciento para la mayoría de los empleados. Aquellos que ganan más de 139.000 CZK por mes tendrían que pagar el 23 por ciento de sus ganancias. “Se lo prometió a la gente, necesitan ayuda”, dijo la ministra de Finanzas, Alena Schillerova, y agregó que los recortes serían solo por dos años. Si el gobierno no puede encontrar apoyo para el recorte de impuestos, el impuesto sobre la renta caerá solo al 19 por ciento.