A pesar de la grave situación por la pandemia, la economía checa aún no se ha visto afectada por la cantidad de despidos que se esperaba. De hecho, muchas empresas buscan contratar nuevos empleados, pero no pueden hacerlo debido a la falta de candidatos. Hay una variedad de explicaciones para esto, incluida la falta de voluntad de las empresas para despedir a los empleados que esperan volver a necesitar pronto. Pero en estos días, los checos están menos dispuestos a dejar los trabajos que tienen por temor a no encontrar uno nuevo. Otro temor de los empleados es que la economía colapse antes de que finalice su período de prueba de tres meses. Irónicamente, uno de los mayores problemas es que el programa de apoyo estatal llamado Antivirus les ayuda a retener a sus trabajadores actuales, pero reduce el suministro de nuevos trabajadores potenciales. “Durante casi tres semanas, hemos tenido varios miles de puestos de trabajo disponibles en el sector de la producción. Pero no tenemos gente”, dice la directora de la agencia laboral Manpower Group, Jaroslava Rezlerova. El programa Antivirus continuará hasta finales de octubre, pero Rezlerova dice que debería haber sido cancelado hace mucho tiempo. “Ese programa no es más que una campaña electoral”, dice. “Nadie está solicitando empleo y, por otro lado, hay personas sentadas que no han estado trabajando en varios meses”. Admite que el programa tuvo sentido durante el cierre, cuando la mayoría de las tiendas, restaurantes y hoteles estaban cerrados. Pero ella insiste en que un sistema kurzarbeit debería haber reemplazado al programa Antivirus.