Skoda nunca se convertirá en una marca barata, según el nuevo presidente de la compañía, Thomas Schafer. Hablando con el periódico alemán Handelsblatt, abordó los temores de los empleados y sindicatos de la empresa provocados por la decisión de trasladar la producción del nuevo modelo Superb a Bratislava. Schafer confirmó que el trabajo de desarrollo de los dos modelos se confiaría a Skoda y que su capacidad adicional en la República Checa se utilizaría para la producción de SUV. Si bien la marca no se transformará en el Dacia de Renault, Schafer dice que necesita una alternativa más asequible para ampliar su gama de clientes. Pero también anunció que Skoda buscará nuevos mercados en Asia, incluida India, donde la compañía espera poder vender hasta 200.000 automóviles por año, y Vietnam. Schafer dijo que la pandemia ha obligado a los gerentes a aprender a improvisar porque no es posible confiar en la cadena de suministro habitual de Skoda. Si los asientos para automóviles no se entregan a tiempo, por ejemplo, se agregan al final del proceso en lugar de simplemente esperar a que lleguen.
