Con más de 3.600 nuevas infecciones por Covid-19 informadas durante la semana pasada, los funcionarios alemanes están cada vez más nerviosos por las posibilidades de un retorno del coronavirus. Por el momento, no hay consenso sobre las mejores medidas a tomar para evitar un brote en toda regla. Pero aunque no hay apoyo en este momento para cerrar las fronteras o pruebas obligatorias en todos los cruces, a los que regresan de España se les pide que se aíslen por dos semanas. “Estamos en medio de una pandemia de rápido desarrollo”, dijo Lothar Wieler, quien es el jefe del Instituto Robert Koch (RKI). Se describió a sí mismo como “muy preocupado” por la evolución actual de la situación y advirtió a los alemanes que se habían vuelto complacientes con los riesgos de no usar máscaras y mantener las reglas de distanciamiento social. “Todavía no sabemos si este es el comienzo de una segunda ola, pero por supuesto que podría serlo”, dijo Wieler. “Pero soy optimista de que si seguimos las reglas de higiene podemos evitarlo, depende de nosotros”.
