El vicepresidente del Sindicato de Industria y Transporte Radek Spicar advierte en una entrevista con novinky.cz que el PIB checo caerá más del 10 por ciento este año. Pero a diferencia de algunos líderes empresariales que han criticado las medidas restrictivas del gobierno, Spicar dice que no había otra alternativa que limitar la libre circulación de la población en general. “En vista de la gravedad de la situación, vemos las medidas propuestas como necesarias”, dijo. “Esperamos que sean obedecidos porque sin eso difícilmente podrían tener ningún efecto. La salud tiene que ser lo primero y eso también desde el punto de vista del empleador”. Puede decir esto en parte porque el gobierno aún no ha exigido el cierre de los grandes fabricantes industriales. Pero criticó la forma caótica en que el gobierno ha manejado la pandemia, calificándola de impredecible. “Hemos estado pidiendo al gobierno durante meses una tabla simple que muestre qué medidas se tomarían si hubiera 5,000 infecciones diarias y cuáles serían las siguientes si hubiera 15,000”, dijo Spicar. Sin embargo, elogió la celeridad con la que el gobierno informó a las empresas que extenderá apoyo financiero en relación con las nuevas restricciones.