Hasta 2.000 checos al mes aprovechan las bajas tasas de interés para refinanciar sus préstamos hipotecarios. La tendencia está provocando enormes pérdidas para los bancos, que en su mayoría no pueden hacer nada para detener el dolor y evitar que sus clientes escapen a ofertas de la competencia. Sin embargo, una de las medidas en las que pueden influir es acortar el período de fijación que ofrecen en el futuro. Esto podría resultar complicado para los consumidores, ya que algunos expertos advierten que se avecinan tasas más altas. El analista jefe de la Asociación Bancaria Checa, Vladimir Stanura, dice que los aumentos del 1,98 por ciento de hoy podrían ser significativos. “Fácilmente podría llegar al 5 por ciento”, dijo. “Entonces, si un cliente acepta una hipoteca en las condiciones actuales, podría estar pagando miles más en un par de años”. Algunos bancos intentaron evitar que sus clientes se fueran cobrándoles decenas de miles de coronas en cargos adicionales, pero la reacción de las relaciones públicas demostró ser grave para hacer de esta una estrategia sostenible.