Se han implementado nuevas reglas para las tiendas, lo que reduce la cantidad de clientes a solo 1 persona permitida por cada 15 metros cuadrados de espacio. Pero los desacuerdos dentro de la coalición gobernante sobre las restricciones actuales han estallado, incluso cuando el número de nuevos casos disminuye. El viceprimer ministro Karel Havlicek exige que se vuelvan a permitir las compras los domingos y que se aumente el número de personas permitidas en las tiendas. Las filas se formaron en algunos supermercados el miércoles cuando se introdujeron las nuevas reglas, pero la mayoría lo hicieron antes del horario de apertura porque algunas personas temían el regreso de las compras por pánico. Los centros comerciales siguen cerrados, al igual que todas las tiendas minoristas, restaurantes y centros de entretenimiento no esenciales. El Ministerio de Sanidad se opone a la renovación de las ventas el domingo e insiste en que la proporción actual de metros cuadrados por persona es adecuada, aunque Austria, Alemania y Polonia han fijado la cifra en 10 metros cuadrados por persona. El brote de los checos fue durante algún tiempo el peor de Europa, ya que el público y los funcionarios manejaron mal la situación. La situación sigue siendo grave, aún se registran 5.000 infecciones por día, pero en su punto máximo se estaban descubriendo 15.000 nuevos casos por día.
