El gobierno checo fracasó en su intento de extender el estado de emergencia un mes más. Argumentó en la cámara baja del parlamento que la medida era necesaria para proteger al público de los peligros continuos de la pandemia Covid-19. Sin embargo, la oposición se negó a apoyar al gobierno y acordó solo una extensión de dos semanas. Esto significa que el estado de emergencia actual permanecerá vigente hasta el 23 de diciembre, momento en el que el gobierno deberá solicitar una extensión adicional. La mala comunicación de los criterios para establecer restricciones, combinada con los crecientes niveles de impaciencia del público, ahora está dando lugar a una creciente revuelta pública. Decenas de dueños de restaurantes han prometido permanecer abiertos después de las 8 pm, hora de cierre, desafiando las órdenes del gobierno. La semana pasada, cuando la segunda ola parecía estar terminando, el gobierno permitió que las tiendas y los servicios volvieran a abrir, pero hay indicios de que la pandemia podría volver a cobrar impulso
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