Las gasolineras en Alemania, como Aral y Shell, se están dando cuenta de que tendrán que cambiar su estrategia a medida que cambia el mundo de los automóviles. Es posible que hayan comenzado su vida como minoristas de gasolina y diésel, pero es probable que solo sobrevivan las estaciones que también ofrecen electricidad. Sin embargo, como informa Die Welt, hay mucho en juego. Aral instaló su primera estación de carga rápida en una concurrida carretera arterial en Bochum en 2019. La “bomba” de electricidad puede llenar un automóvil eléctrico en 10 minutos. Pero a 500.000 € cada uno, el tiempo es literalmente dinero. El periódico informa que Aral ni siquiera colocó un techo sobre su nueva y costosa estación de carga, lo que obligó a sus clientes ecológicos a pararse bajo la lluvia. El jefe de la empresa prometió arreglar la situación, redirigiendo el tráfico y construyendo un techo para la estación de carga. Pero el problema pone de relieve el gran cambio que tendrá que realizar toda la industria para adaptarse a las necesidades de los consumidores. Aral planea construir 30 estaciones de carga, cada una de las cuales tendrá cuatro estaciones de carga, dentro de los 12 meses. Dice que las estaciones podrán proporcionar a los conductores 350 km de alcance en 10 minutos.