Las empresas checas y las personas cuyos ingresos se vieron afectados por la crisis del coronavirus tuvieron la oportunidad de solicitar un aplazamiento de los pagos de los préstamos. Al final, los bancos aprobaron 359.000 de las 401.000 solicitudes de aplazamiento, de las cuales 340.000 fueron realizadas por consumidores para préstamos por valor de 253.000 millones de coronas checas. Según la Asociación Bancaria Checa, ese fue el 13 por ciento de todos los prestatarios que presentaron solicitudes, dos tercios de las cuales fueron para préstamos al consumo. Para la mayoría de aquellos a quienes se les dio unos meses libres para arreglar sus finanzas, la moratoria de pagos finaliza el 31 de octubre. Los bancos continuaron cobrando intereses sobre el capital del préstamo y lo agregarán a la factura total. El secretario general de la Asociación Checa de Arrendamiento y Finanzas, Jaroslav Krutilek, dijo que esperaba que sus miembros continuaran comportándose de manera responsable con los clientes que aún sufrían dificultades financieras debido al virus.
