Las tiendas ubicadas en los centros de transporte están nuevamente bajo presión debido a que las medidas gubernamentales cada vez más estrictas han reducido el número de pasajeros. Al comienzo de la semana, el volumen de tráfico en la principal estación de tren de Praga todavía era aproximadamente la mitad de lo normal. Pero Hospodarske noviny informa que las medidas más estrictas de esta semana han reducido aún más el nivel de tráfico de personas. La tienda Camaieu de la estación ya se declaró en quiebra. Lagardere Travel Retail, que opera la mayoría de las tiendas y restaurantes en la estación más concurrida de Praga, dice que la situación no es sostenible a largo plazo. “Tras la implementación de las restricciones, cuando las personas no viajan a la escuela y están en la oficina en casa, registramos una pérdida de ventas de alrededor del 50 por ciento”, dice Richard Prochazka, director de la sucursal checa de la empresa. Lagardere Travel Retail opera las tiendas Relay, Paul y Costa Coffee tanto en la estación principal como en el aeropuerto de Praga. Pero Prochazka dice que el aeropuerto acordó un alquiler por facturación con su empresa, a diferencia de la empresa estatal Sprava zeleznic, que administra las operaciones de la estación. El ministro checo de Comercio e Industria, Karel Havlicek, afirma que el sistema de apoyo del estado es justo, porque los inquilinos solo tienen que pagar el 20 por ciento de sus tarifas habituales de alquiler. El propietario paga el 30 por ciento de la factura, mientras que el estado aporta el 50 por ciento restante.
